Es difícil explicar a una persona que no es músico, sin que le tachen de loco, la relación tan especial que mantenemos con el instrumento, con el que compartimos momentos de soledad, éxitos, fracasos, alegrías o frustraciones.

Al pasar tanto tiempo juntos se crea un vínculo emocional que puede dar lugar a situaciones y pensamientos un tanto peculiares, con los que quizás te hayas sentido identificado alguna vez.

Relación del músico con su instrumento
  • ¿Te encuentras mal si no tienes tu instrumento durante unos días? No sólo porque no puedas estudiar, sino también por miedo a cómo se encuentre, por ejemplo, cuando está en el luthier reparándose.
  • ¿Sientes que tu instrumento es casi una extensión más de tu cuerpo?

  • ¿Has pagado con él tu frustración durante el estudio cuando no te sale una cosa? No hace falta llegar al límite de romperlo, como hacen muchos de los músicos de pop/rock (Kurt CobainPete Townshend o Matt Bellamy, por ejemplo).

  • Pesadillas: ¿Has soñado en alguna ocasión que te falla el instrumento durante un concierto o que se te ha olvidado? ¿Y que le pasa algo y se rompe?

  • ¿Has mantenido conversaciones con él alguna vez compartiendo tus problemas, preocupaciones, inquietudes o emociones?

  • ¿Sientes celos o malestar cuando alguien te pide probarlo?

  • ¿Le has puesto nombre propio? B.B. King, por ejemplo, llamaba Lucille a su guitarra.

Si te has sentido identificado con alguna de ellas es que tú también tienes una relación intensa con tu instrumento. Recuerda limpiarlo, cuidarlo y conservarlo como se merece, pero también ten estas precauciones cuando lo transportes para cuidar tu salud. Al fin y al cabo, vais a ser compañeros durante mucho tiempo.


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