El director de orquesta en la era de las grabaciones (siglos XIX-XX)
En la segunda mitad del XVIII, normalmente un instrumento de tecla se siguió utilizando como bajo continuo y se dirigía la orquesta desde el propio fortepiano. A finales de ese siglo, la dirección pasó del teclista al violinista principal (el concertino), de ahí la importancia que tiene hoy en día, aunque sea simbólica. El teclista desapareció progresivamente y su aparición dentro de la orquesta se convirtió en algo esporádico u honorífico (por ejemplo cuando Haydn estrenó sus sinfonías en Londres, a pesar de que no era habitual, dirigió desde el piano).