7 Factores de riesgo para el músico de orquesta
1. Condiciones materiales
Las condiciones materiales no siempre son las adecuadas: espacio insuficiente, bajos niveles de luz, mala acústica de las salas de ensayo, lugares de descanso sin los requisitos necesarios, etc.
2. Ruido
Generalmente no se piensa que la música pueda producir niveles de ruido comparables con los de cualquier otro ruido laboral. Pero la realidad es que los músicos de orquesta presentan un alto riesgo de pérdida de audición. Según el Observatorio de Prevención Auditiva para los Músicos (OPAM), aproximadamente el 50% de los músicos sufren problemas auditivos, de los cuales el 17% pueden llegar a ser graves. Y es que de forma habitual están expuestos a sonidos que superan los 80 decibelios y que alcanzan a veces los 110 decibelios.
3. Repertorio más complicado
Hace 25 o 30 años obras como La Consagración de la Primavera (Stravinski) rara vez se tocaban. Ahora, sin embargo, forman parte del repertorio estándar a interpretar. Cada vez son más frecuentes las composiciones que exigen técnicas más complicadas para los instrumentistas y la programación, semana tras semana, de grandes obras sinfónicas (Ein Heldenleben de Strauss, Sinfonía 7 de Malher, Gurre-Lieder de Schoenberg…) no dejan respiro a los músicos. Estos tienen que interpretar numerosos pasajes con técnicas como tremolo o con legno que no son tan comunes en el repertorio solístico o camerístico.
4. Mayor exigencia técnica
Cada vez músicos de menor edad interpretan obras más difíciles con mejor técnica e intensidad. Al igual que ocurre en el deporte, día a día se baten récords y crece el número de intérpretes más pequeños capaces de tocar las piezas más complicadas. Esto también se traduce en que aumenta la exigencia para entrar en una orquesta profesional. Un músico suele presentarse entre 10 y 15 pruebas hasta alcanzar entrar en una orquesta, lo que supone un gran reto a nivel físico y mental.
5. Preparar música en menos tiempo
Lejos quedan los tiempos en los que las orquestas disponían de bastante tiempo para preparar un concierto. En la actualidad, tienen menos ensayos y cambian de repertorio prácticamente cada semana o cada 15 días. Cuando no hay una cantidad suficiente de ensayos es más frecuente sentirse tenso durante la actuación y sufrir el tan frecuente miedo escénico.
6. Horarios
Suele ser común pensar que el músico de orquesta profesional trabaja muy pocas horas. En España, la mayoría de ellos dedica entre 3 y 10 horas semanales a los conciertos, pero aproximadamente el 80% ensaya previamente entre 11 y 20 horas semanales con el resto de la orquesta. A esto se suma el estudio individual de las obras, que dependerá de la dificultad de la partitura y de los tiempos que existen entre una obra y otra. En total, los convenios colectivos contemplan un tiempo de trabajo entre las 35 y 40 horas semanales.
7. El director de orquesta
Según el estudio llevado a cabo por Mª José Laguna, "el director de orquesta es considerado como factor estresor por los músicos de orquesta". Y es que en pocos trabajos se está tan expuesto de manera continua al jefe y a los compañeros como en una orquesta.
Tocar en una orquesta es como ir en un coche, en el que el conductor es el director. Este sabe qué es lo que va a hacer en cada momento y se puede anticipar a los acontecimientos, pero no el pasajero. En el caso de la orquesta, el músico está a merced del director. No sabe si este va a parar de repente, volver a atrás o cambiar súbitamente el tempo. Esto supone un gran desgaste físico, mental y emocional.
Lecturas recomendadas
El ruido y los músicos de la orquesta sinfónica
Playing (Less) Hurt: An Injury Prevention Guide for Musicians
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